Una brocha de afeitar es una pieza imprescindible en un ritual completo de afeitado clásico. Para conseguir el afeitado perfecto deben elegirse las mejores herramientas: brocha, navaja o maquinilla, bol, espuma o jabón…
Pero si nunca se ha usado una brocha de afeitar, adentrarse en la cantidad de variedades que existen puede ser abrumador. Por ello, a continuación ofrecemos una breve explicación de los distintos tipos de brochas de afeitar que podemos encontrar y sus características.
Lo que diferencia principalmente unas brochas de otras es el tipo de pelo. Se pueden encontrar brochas de pelo natural o sintético, siendo las de pelo natural las más valoradas por su calidad y acabado.
Entre las brochas de pelo natural encontraremos distintos pelos de animal:
Éstas son las más valoradas entre todas, son de alta calidad y pueden durar hasta 10 años con un cuidado adecuado. Su característica principal es la de absorber y mantener muy bien el agua entre sus pelos, lo que por otro lado puede ser perjudicial ya que tarda más tiempo en secar.
Dentro de las brochas de pelo de tejón existen varios tipos según su calidad:
Después de las brochas de tejón, encontramos las de pelo de caballo. Son cuidadosas con el animal, ya que no se sacrifica, sino que sólo se recortan sus crines y cola en la época de esquilado, sin hacer ningún tipo de daño.
Son mucho más suaves que las de tejón aunque no tan absorbentes. Eran las que se utilizaban tradicionalmente en las barberías, por sus pelos suaves que aportan una sensación placentera sobre la piel. Pero al ser tan suaves y menos firmes no son del agrado de todos los usuarios ya que pueden ser flojas si se posee de una barba dura o un poco más espesa. Aunque se recomiendan para todo tipo de pieles.
Existen también brochas combinadas de tejón-caballo que permiten combinar la eficacia de ambos pelos.
Éstas brochas de afeitar cuentan con cerda de jabalí, y suelen ser más económicas que todas las anteriores. Es cierto que tardan bastante en secar y suelen durar menos tiempo en buen estado, pero sí son una opción para los que deseen iniciarse en el afeitado clásico, o también para usuarios de barba muy fuerte y resistente.
Son las más comunes, en su fabricación no se daña ningún animal y además secan mucho más rápidamente que el resto, por lo que son ideales para transportar y viajar. También son más fáciles de limpiar y acumulan menos bacterias que las naturales por ser menos porosas.
Suelen ser muy suaves y perfectas para pieles sensibles o alérgicas al pelo. Sus pelos están hechos principalmente de nylon que imita la textura del pelo natural y hasta el color.
También se pueden clasificar por la forma característica en la que se ha dispuesto el pelo, encontramos brochas en forma de bulbo o brochas en forma de abanico.
Las cerdas se anudan o se recortan de tal manera que la brocha tiene forma redondeada, como una cúpula o bombilla. Este estilo es muy común en brochas de afeitar clásicas, de marcas principalmente europeas de países como Alemania, por eso comúnmente se las conoce como de “estilo europeo”.
A modo de descripción, podríamos decir que cuentan con un pelo más corto en la parte exterior que provoca que el interior esté más compacto y largo. Esto sirve para que el jabón o espuma no se escape ni se disperse, manteniéndose en la zona central para crear espuma.
Estas brochas tienen las cerdas más planas y con los pelos exteriores más largos, por lo que la superficie de contacto con la piel es mayor. Retienen más agua que las de forma de bulbo y pueden abrirse un poco más. Este estilo es característico de las barberías clásicas de Gran Bretaña, por lo que también se les llama de “estilo inglés”.
Esta forma ofrece una exfoliación mayor y permite realizar un pequeño masaje muy placentero, evitando la presión excesiva al afeitarse. Se utiliza más entre aquellos usuarios que prefieren crear la espuma directamente sobre el rostro.
Seguro que después de conocer los distintos tipos y formas de las brochas de afeitar cuentas con demasiada información, y elegir la mejor para ti puede ser una decisión difícil.
Aunque cada brocha tiene sus características, la elección de unas u otras es cuestión de una preferencia personal. Por ejemplo, existen hombres que disponen de una brocha de cada tipo para el momento que prefieran, o según los utensilios que vayan a utilizar. Además, a estas caraterísitcias principales se le unen muchas otras como los materiales del pelo y el mango, el nudo, la flacidez, la densidad, la rigidez… Todas ellas influyen a la hora de perfeccionar la elección de qué brocha de afeitado es la mejor para cada uno.
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